
Una palabrita enciende mi mente y todo dentro de mi empieza a estremecerse.
La boca se me hace agua, cierro los ojos y los veo: tacos al pastor... Tacos Al Pastoooooor... TACOS AL PASTOOOOR.
El antojo crece, me saboreo lentamente, una y otra vez.... solo un taco me digo y el sabor de la carne de cerdo con su adobo tan especial me tintinea en la mente, casi puedo sentir el aroma de esa grasita tan deliciosa.
Sacó dinero de mi cajita, me pongo una chaqueta por que la noche esta fria y me preparo para salir con mi sentido del gusto acelerado de felicidad... que gran decisión, solo uno, solo uno, solo unoooo.
Ya no puedo controlar la idea del inmenso placer que sentiré en mi boca en unos minutos mas, en unos minutos mas ese sabor que me encanta...
cuando de pronto... el recuerdo de otra sensación llena mi mente y me detengo.
Hay! me he arruinado tanto el aparato digestivo con años de mala alimentación que ahora ya no puedo pensar solamente en el placer de saborear.
Creo que el peso del sufrimiento afortunadamente a veces pesa mas que el del placer.
Si me como ese taco, se exactamente lo que va a pasar mañana. Mi dañado estomago no podrá con él.
Las carreras al baño una y otra vez me forzarán a tomarme un antidiarreico antes de irme a trabajar y esa pequeña pastillita azul claro me hara un efecto tan extremo que pasare el resto de la semana atiborrandome de fibra, de ciruelas secas y de laxantes. Solo para tratar de controlar los nuevos efectos usando otra vez la minuscula pastillita azul claro y ese ciclo continuará indefinidamente.
¿Cuanto me costó normalizar esa situación en la que ya estaba tan atrapada? Mucho, realmente mucho. Dias de gran dolor, insoportable dolor, me forzaron a tomar un desición irrevocalble y el recuerdo de esos días y de ese gran sufrimiento me detuvo.
No quiero pasar por todo eso de nuevo ahora que por fin estoy saliendo
Así que me quite lentamente la chaqueta, guarde el dinero en mi cajita y fui a prepararme mi saludable cena la cual me ha dejado muy satisfecha, feliz y tranquila de saber que mañana cuando me levante, no me habré arrepentido de la desición que tomé esta noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario