Recuerdo una excursion que hicimos por aquel entonces en el colegio. Y la verdad me doy hasta pena al recordarme.
Me estuve sentada en una silla a 3 metros de la piscina, con pantalon, blusa, zapatos y muchisimo calor.
Veia a mis compañeras, a los niños a sus padres, a todo el mundo entre el agua pero yo no me movia de mi puesto por nada del mundo. Es mas, ni siquiera lleve un traje de baño, por que no pensaba, ni loca, meterme al agua asi fuera asunto de vida o muerte.
Argumente que no sabía nadar y no queria ahogarme. Y como en ese entonces no tenia mucha amistad con nadie en el colegio, pues todo el mundo me dejó en paz. Todo el mundo menos yo misma.
El hecho es que, no me gustan las piscinas. La verdad me dan algo de asco. No puedo evitar pensar en la cantidad de microbios que deben haber en el agua, ademas de otras cosas nada gratas. A veces siento que es como sumergirse entre el inodoro, y ademas en mi mente no puedo dejar de imaginar pequeñas manchas de hongos y todo tipo de enfermedades de la piel flotando en el agua y me resulta muy desagradable la idea de meterme en ese "liquido contaminado"
Pero cuando uno esta alli en frente, con el calor agobiando, a veces dan unas enormes ganas de bloquear de la mente esas imagenes tan hipocondriacas y simplemente sumergirse y disfrutarlo.
No soy una exelente nadadora, pero mi papa me enseñó a nadar cuando era niña y en aquel entonces me atravezaba las piscinas, me sumergia, tiraba de toboganes y trampolines, llegaba hasta lo mas profundo donde ni con zancos tocaba el fondo... en fin, no soy muy buena haciendolo, pero si se nadar lo suficiente para no ahogarme.El decir que no sabía era simplemente parte de la armadura.
Ah si, de esa pesada armadura donde escondia mi complejo y mi sobrepeso.
Me parecia tan injusto que los hombres pudieran utilizar esas pantalonetas comodas y holgadas y uno por fuerza esos trajes de baño señidos al cuerpo que a mi me hacian lucir fatal.
Bueno, eso es algo que aun no me gusta, aun no estoy como para andar exibiendome por la orilla del mar con un bikini pero...
Este año en la excursión, me la pasé de maravilla!! El agua de las piscinas me sigue dando asco, eso es innegable, sin embargo, este año en el agobiante calor de escuintla, no tuve reparos en ponerme un traje de baño, y meterme al agua. Como solo dos de mis alumnos iban conmigo, pues me la pase de maravilla con ellos, con mis amigas y con mi amigo Carlos.
Claro que me las arregle para que el traje de baño no fuera tan "indecente" y haciendo ciertas convinaciones, logre un resultado que me convenció.
Me alegra ver que aunque aun no soy delgada y los gorditos que tengo por alli se siguen notando (mas aun en la piscina) y aun no me veo como una sirena de cuentos, al menos ya no me siento tan mal al exibirme en publico usando este tipo de atuendo.
La verdad es que se siente una profunda satisfacción que no cambiaria por todos aquellos postres, galguerias, y antojos de antes.
Aca van otras fotos, unas de antes, cuando aun no pesaba 200 libras. Cuando llegué a ese peso ya ni fotos me tomaba, ya ni soñaba acercarme a una piscina y llego el punto que hasta verme en estas fotos me hacia suspirar deseando verme asi de nuevo.
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