Hoy escribo desde la casa de mi mamá. Uhhh!! que diferencia! Comparada con mi dino compu y mi internet tortuga, escribir aca es fabuloso.
Resulta que estoy aca por que nos invitaron a almorzar, con motivo de que vino de visita, por primera vez, la novia de mi hermano, y viene de otro lugar, asi que se quedara aca a dormir y bueno, en un rato mas iremos a dar una vuelta con ella.
Pero como mi hermano trabaja todo el día, y a mi mamá no le gusta mucho cocinar, pasaron a comprar comida china. Asi que vine del colegio a encontrarme con la grata sorpresa de no tener que cocinar y comer algo que me gusta mucho.
Pero ahora estoy enojada conmigo, bueno, un poco.
Esta vez me desboqué. No me puse un límite, gran error pues como a mi hija no le gustó la comida me pasó a mi su plato y no me pude resistir.
Ahora tengo nauseas. Que mal. Se que no debí hacerlo pero ahora ni arrepentirse sirve, asi que no me arrepiento, lo malo es que tampoco lo disfruto y me doy cuenta que no valió la pena. Aunque.. en cierto modo si valió la pena, ya que mañana debo ir a la celbración del dia del maestro y hay un almuerzo y una refacción. Y despues de lo de hoy, se que mañana si me limitaré, por que nada se compara a la sensación de bienestar que me deja hacer las cosas correctamente.
Pero no era de eso de lo que quería hablar. Entré a la casa de mi mamá y me topé con un libro nuevo que parecia interesante, asi que me puse a leerlo.
A penas llevo dos capítulos, pero en el segundo Dios me habló de manera especial.
Justamente anoche, antes de dormir estaba pensando en mi cumpleaños.
Es mi mas esperado cumpleaños,( bueno, este y mi cumple numero 40, no se por que siempre he deseado tener 40 años) y le decía a Dios que me encantaría celebrarlo de forma especial. como aqeullos cumpelaños de cuando era soltera, con pino, con cohetes, con una serenata de pedro infante (auqnue sea en el radio, mis abuelitos se encargaban de llevarmela) y luego con un almuerzo o cena, invitar a mis amigas, tener un pastel muy rico (por que un cumpleaños sin pastel... no parece cumpleaños)
Me entusiasmó la idea, y me dije que yo misma me haría cargo de todo, me haría mi propia fiesta.
Pero luego me di cuenta de que estoy en una etapa en la que no me puedo dar ese tipo de gustos. Aunque gracias a Dios nada me ha faltado, hay cosas que por ahora no puedo permitirme.
Entre esas cosas una fiesta de cumpleaños.
Asi que le dije a Dios: Hay no señor, olvidemos este asunto. Creo que darme un regalo me saldria mas barato. Talvez comprarme esas botas que me encantan y ademas me serian de mas utilidad.
Y el capitulo dos de ese libro se llama: FELIZ CUMPLEAÑOS y finaliza con este pequeño texto: Cada día vale la pena celebrarlo, pero especialmente el dia de tu cumpleaños.. Hazlo y no te reprimas. Dios te ha dado otro año para hacer lo ordinario y lo extraordinario y te engañas a ti misma si no lo celebras.
En realidad, yo siempre celebro mi cumple, esta vez quería hacerlo mas especial, pero aunque no pueda llevar a cabo lo que tengo en mente, me hace muy feliz la idea de tener 35 y ya se me ocurrirá una forma de hacer que ese dia paresca una fiesta.
De cualquier forma, quiero darme el regalo de tener menos peso, y.. sí, posiblemente tambien me obsequie, si me es posible, con ese par de botas que se me antojan tanto. Al fin de cuentas las botas no tienen calorias y el pastel... sí.
Antes el nombre de mi blog era: Quitandome un peso de encima.
Y trataba de mi lucha contra el gigante del sobrepeso.
Una mañana estaba platicando con Dios y sentí que había triunfado.
Despues de un año y con 40 libras menos, ese gigante ha dejado de ser parte de mi vida y ahora simplemente, al igual que una inmensa cantidad de mujeres en el mundo, debo esforzarme por perder unas libras de mas que me siguen estorbando.
Así que sentí en mi corazón, que llegó el momento de que ese sea solo un capitulo de mi vida y no el tema principal de ella.
Pero como me encanta este asunto del blog, seguiré conservando este, solo que con un nuevo concepto.
Gracias amado Dios por que tus favores, tu misericordia y tu gran amor me siguen cada día de mi vida, tal como lo prometiste. TE AMO!
Y trataba de mi lucha contra el gigante del sobrepeso.
Una mañana estaba platicando con Dios y sentí que había triunfado.
Despues de un año y con 40 libras menos, ese gigante ha dejado de ser parte de mi vida y ahora simplemente, al igual que una inmensa cantidad de mujeres en el mundo, debo esforzarme por perder unas libras de mas que me siguen estorbando.
Así que sentí en mi corazón, que llegó el momento de que ese sea solo un capitulo de mi vida y no el tema principal de ella.
Pero como me encanta este asunto del blog, seguiré conservando este, solo que con un nuevo concepto.
Gracias amado Dios por que tus favores, tu misericordia y tu gran amor me siguen cada día de mi vida, tal como lo prometiste. TE AMO!
miércoles, 20 de junio de 2012
Fiesta o regalo..... (día 72)
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