Empieza, lo demás es fácil era una frase que solía decirme mi abuelito.
He comprobado que gran verdad encierran estas palabras.
Me di cuenta que lo mas difícil de los grandes cambios es el principio. Es el querer hacerlo y empezar.
En estos días de fin de ciclo en que los niños realizan sus despedidas en sus aulas me han llevado pasteles y demás insanas delicias, y la verdad es que ya no han sido para mi una tentación ni un problema.
Solo le di dos mordidas a uno de todos los pasteles que me han dado y mas que nada lo hice por cortesía, pues no quería portarme como "la aguafiestas que está a dieta y no puede compartir un momento de compañerismo"
Pero los antojos ya no han sido parte de mi vida ultimamente. Hoy que estaban mis amigas hablando de Domino´s Pizza sí se me antojó un Don Calzzone pero fue un antojo que duró un par de minutos mientras duro la charla y listo. No me agobió por un rato casi eterno como solía sucederme ni tuve que luchar contra la tentación. Fue un antojo que no me tentó.
La biblia dice: "MI PUEBLO PERECE POR FALTA DE CONOCIMIENTO" Y si lo aplico a esta situación... que acertado es.
Durante todos los años que llevo de vida nunca me tomé la molestia por interesarme un poco en lo que estaba comiendo y en lo que esa comida le hacia a mi cuerpo... hasta ahora.
Ahora he aprendido muchas cosas, he entendido lo que como y por qué lo como, y descubrí el daño que me hacia con esa bolsita de papas fritas, ó esa ración de pastel de chocolate, o esa deliciosa super hamburguesa de mac... y toda la demás comida que me encantaba. Y lo digo en tiempo pasado por que ahora que se todas estas cosas ya no significa para mi lo mismo de antes.
Hace unos meses mi rutina era: Levantarme a regañadientes, bañarme a toda prisa, arreglarme, lavarme los dientes y salir corriendo para el colegio. Rara vez me daba tiempo de desayunar. A la hora del recreo compraba en la tienda algo para refaccionar, lo que consistía en cualquier cosa. Básicamente dos panes blancos rellenos de carne, pollo, jamón, salchichas o lo que hubiera, dos bolsitas de papas fritas, dos bolsitas de nachos, una galleta... en fin, puras galguerías.
Llegaba a casa y preparaba el almuerzo, lo que fuera lo acompañaba con, mínimo 4 panes blancos y unas tres veces a la semana bebía coca cola. Fruta??? escasamente, pues no me llamaba mucho la atención. La mayor parte de los días comía carbohidratos en abundancia. Después del almuerzo me daba un sueño terrible y tenía que tomar una larga siesta. Dormía mas de dos horas cada tarde, luego tenía que hacer cosas de mi casa y del colegio con bastante desanimo, luego la cena donde volvía a comer mucho pan, veía televisión y luego me dormía a las 11 de la noche.
Y bueno, mas o menos así era la mayoría de días.
El único ejercicio que realizaba era la caminata que daba hasta el colegio que esta bastante cerca de mi casa y luego el regreso.
Ahora mi vida ha cambiado muchismo.
No ha sido mucho tiempo desde que inicie el cambio pero me siento llena de energía.
Ya no tomo siestas ni de 5 minutos, ni siquiera me recuesto un momento por la tarde, no me hace falta. Al contrario, después de almuerzo me pongo manos a la obra con todos mis quehaceres. Me levanto temprano y desayuno siempre, preparo algo saludable para comer a media mañana, solo como pan integral y únicamente dos al día, como frutas, vegetales, tomo mucha agua, no como dulces ni pasteles ni casi nada de lo que comía antes, no tomo coca cola, hago como mínimo una hora de ejercicio diaria, me duermo a las 9 de la noche y me siento de maravilla.
Solamente tenía que empezar, pero ese comienzo se me hacía misión imposible.
Ahora me doy cuenta que en verdad, después de que uno empieza, lo demás es "pan comido" (integral, por supuesto)
Antes el nombre de mi blog era: Quitandome un peso de encima.
Y trataba de mi lucha contra el gigante del sobrepeso.
Una mañana estaba platicando con Dios y sentí que había triunfado.
Despues de un año y con 40 libras menos, ese gigante ha dejado de ser parte de mi vida y ahora simplemente, al igual que una inmensa cantidad de mujeres en el mundo, debo esforzarme por perder unas libras de mas que me siguen estorbando.
Así que sentí en mi corazón, que llegó el momento de que ese sea solo un capitulo de mi vida y no el tema principal de ella.
Pero como me encanta este asunto del blog, seguiré conservando este, solo que con un nuevo concepto.
Gracias amado Dios por que tus favores, tu misericordia y tu gran amor me siguen cada día de mi vida, tal como lo prometiste. TE AMO!
Y trataba de mi lucha contra el gigante del sobrepeso.
Una mañana estaba platicando con Dios y sentí que había triunfado.
Despues de un año y con 40 libras menos, ese gigante ha dejado de ser parte de mi vida y ahora simplemente, al igual que una inmensa cantidad de mujeres en el mundo, debo esforzarme por perder unas libras de mas que me siguen estorbando.
Así que sentí en mi corazón, que llegó el momento de que ese sea solo un capitulo de mi vida y no el tema principal de ella.
Pero como me encanta este asunto del blog, seguiré conservando este, solo que con un nuevo concepto.
Gracias amado Dios por que tus favores, tu misericordia y tu gran amor me siguen cada día de mi vida, tal como lo prometiste. TE AMO!
jueves, 13 de octubre de 2011
Empieza, lo demas ES FACIL
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