La Única forma de que no lo logre es creyendo que no lo lograré.
Puedo leer en mi corazón este destino:"VICTORIA"
En esta lucha no soy yo la destinada a perder, al contrario, estoy destinada a llevar una corona de victoria.
Y justo cuando me vine a sentar a escribir esto, levanto la vista y me encuentro con esta promesa: "Dios derrotará a tus enemigos que se levanten contra ti. Por un camino saldrán contra ti y por siete caminos huirán de ti" (Deut. 28: 2-9)
Solo debo enfrentarlo, por que el Dios guerrero ya me ha dado la victoria.
Si el gigante puede hacerme creer que es mas poderoso, entonces tomará ventaja. Pero si creo firmemente, en que los gigantes no existen delante de Dios, que solo son un espejismo, entonces yo habré ganado.
Por qué es tan importante? Por que después de matar a Goliat, David se enfrentó con muchos gigantes mas y los derrotó, por que venció ejercitos, por que fue poderoso, por que fue valiente, por que después de esa pelea en aquel campo de batalla, la vida ya no fue la misma.
Y yo se que cuando acabe con este gigante se disipará la niebla y podré enfrentar con valentía, con fe absoluta y con coraje todo lo que viene después, y eso es emocionante.
El ser amiga de Dios es una aventura que nunca acaba y en esta aventura hay tantas cosas que vivir y quiero estar lista para hacerlo.
Lo siento adentro, muy adentro del corazón, siento que esta victoria va a abrir puertas a nuevos mundos y algo dentro de mi se llena de una emoción inmensa al pensar en eso.
Amigo, creo en ti, creo en tus promesas y creo que lo voy a lograr.
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